En una conmovedora ceremonia realizada en nuestra comunidad, se llevó a cabo la tradicional Oración de Envío para los jóvenes que, con espíritu de servicio y alegría, representarán a nuestra institución en la gran celebración del Campo Bosco, que se desarrollará en Picarquín. Este esperado evento reunirá a más de 2.000 en un encuentro marcado por la fe, el compromiso y el entusiasmo, en un marco inigualable de reflexión y hermandad.
La Oración de Envío simboliza mucho más que una despedida; es un acto de fe y esperanza compartida, en el cual nuestra comunidad acompaña espiritualmente a sus representantes y les transmite su confianza y apoyo. A lo largo de la ceremonia, las palabras de aliento, las reflexiones profundas y los momentos de oración fueron el reflejo de una comunidad unida por valores y objetivos comunes. Este año, el Campo Bosco cobra una especial relevancia, pues conmemora el 50 aniversario del Movimiento Juvenil Salesiano en Chile, un momento histórico que nos invita a celebrar medio siglo de vocación, trabajo comunitario y espíritu salesiano.
Durante esta jornada de envío, se recordó a nuestros jóvenes la importancia de vivir plenamente los valores salesianos y de ser un ejemplo de amor, entrega y responsabilidad. En Campo Bosco, estos jóvenes no solo vivirán una experiencia de fe, sino que también tendrán la oportunidad de conectar con otros jóvenes que comparten sus ideales, renovando así el compromiso de construir una sociedad más justa, fraterna y solidaria. Los momentos de reflexión, las dinámicas de integración y los espacios para el juego y la celebración estarán guiados por un profundo sentido de hermandad y trascendencia.
Para los jóvenes, participar en esta experiencia es también una oportunidad de crecimiento personal y espiritual, en la que podrán descubrir, a través de la alegría y la oración compartida, la fuerza y el propósito de su camino en la fe. “Este envío es una muestra del amor que nuestra comunidad deposita en cada uno de ustedes. Vamos a estar orando y acompañándolos desde aquí, confiando en que cada experiencia vivida será una semilla de esperanza y compromiso”, expresó uno de los representantes de la comunidad durante la ceremonia.
Con la promesa de representar a su comunidad con entusiasmo y responsabilidad, estos jóvenes han emprendido su viaje hacia Campo Bosco, donde la fe, la esperanza y la alegría les abrirán un camino de encuentros y vivencias inolvidables. A través de cada oración, cada risa y cada momento compartido, llevarán consigo el legado de una comunidad que los apoya y confía en que el espíritu salesiano seguirá brillando en sus corazones.